24 noviembre 2006

DÍA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

DESCARO

Me avergüenzan
tus valores con ceros,
Las caricias de precio,
tus patrocinios, bandolero,
escondido tras el desprecio.

Está la casa llena de nosotros.
La acomodamos a nuestro gusto.
Quién se queda con ella
y cual se lleva el nido de campanela.
Todo inició en la palabra.
¡Que fueran reales los escritos!
Que no se los llevara el viento
y se fueran cumpliendo en el piso.

¿Recuerdas el helado que me negaste?
El bochorno al pedirte para la compra.
¿Te has puesto en mi lugar
al desear besarte?
Me has entendido cuando era una copa rota.
Olvidaste las veces que pase
por las puertas y los armarios,
ahora huelen a moho
hasta nuestros cuerpos a diario.
Sobrellevan el compromiso.

Estoy cansada de ser
sólo este mueble.
Acaso crees que volveré a rogar,
que otra vez sentiré
que es mi culpa.
Lo siento, llegue tarde por rodar
pero no soy una puta.
Estoy lejos de tu conciencia
de tus desprecios,
de tus ganas de controlar el trayecto.
El amor es mi precio
y no supiste encontrar recovecos.
Estás lejos, excelente me siento.
No me ahoga la casa
ni me molesta el silencio.

Acaso crees que volveré a rogar
que otra vez pensarás "es su culpa".
Lo siento, llegue tarde por rodar
pero no soy una puta.


ELIZABETH HERNÁNDEZ QUIJANO

2 comentarios:

Aprendiza de risas dijo...

Mil veces que lea este poema, mil veces se me pondrán los pelos de punta.
No sabes cómo me llegan tus palabras, cómo se siente el sufrimiento en tu sufrir, cómo me haces partícipe de tus sentires...

Ya todo terminó, el sol brilla ahora aun cuando hay nubes.

Besos detequieromucho

Elizabeth Hernández Quijano dijo...

Inmejorables. Una sola palabra definiedo el largo de unos labios, la sonrisa de unos besos.
Liz