29 mayo 2005

DEPENDENCIAS

Lo admito, soy dependiente emocionalmente. Esto es una "enfermedad", si es que puede denominarsele así, en la cual las emociones controlan tu vida... o más bien, controlas tu vida a través de las emociones. Es algo complicado para el que no conoce del tema, pero porque se hagan una idea, es como el alcoholismo. Dependes de otra persona (o cosa) para sentirte feliz y le das el poder a esa otra persona (o cosa) para que te haga infeliz. Además, como los alcohólicos siempre esperas que esta vez si sea la definitiva.

Es un círculo vicioso en el que caemos muchas mujeres y algunos hombres, estos últimos los menos. Esto que les digo, está basado en un libro que se llama "Las mujeres que aman demasiado" de Robin Nortwood, una terapéuta norteamericana. Seguramente algo encontrarán de ella por internet, si les interesa el tema.

Dirán que no puedo diagnosticarme sólo por leer un libro y ya. Pero es que resulta que este libro lo leí a los 20 años y me identifiqué. Lo leí a los 30 años y me ratifiqué y ahora que voy hacia los 40 años, estoy convencida de esto y en proceso de recuperación.

Este tema se trata de es estar esperando que tu relación o tu pareja cambie a como tu tienes idealizada la relación o a tu pareja. Y por supuesto, esto nunca sucede. Porque todos podemos mejorar algunos aspectos de nuestra vida, pero no podemos cambiar lo esencial. Y cada relación en la que entras, puedes volver a caer en la dependencia emocional y te la pasas creyendo que las cosas mejorarán con el tiempo, que seguramente con tu amor lograrás que él te ame como eres y sea la persona que necesitas... en fin. Que vas entrando en una espiral sin final en la que la única solución está en tí. En que te valores y hagas lo que te toca en esta vida siendo feliz por tí misma y no por los demás.

Para llegar a la recuperación es un proceso largo, como el que llevan los alcohólicos. Hay que recuperar primero la autoestima. Quitarte todos los insultos, golpes o menosprecios que han puesto una armadura a tu cuerpo y ahora no te crees que puedan amarte de verdad y que otra persona te acepte tal y como eres, sin tener que cambiar. Que te quieran y quieras tal y como están las cosas. Sin grandes sacrificios de personalidad, ni sufrimientos de a gratis. Que el amor fluya y las cosas se acomoden al gusto de los dos, no sólo de uno.

Así que lo admito, soy dependiente emocionalmente y en proceso de recuperación. Por eso mis amistades ya ni me creen cuando digo que ahora sí van a cambiar las cosas. Que ahora sí estoy decidida a ser yo misma y no dejar que me machaquen con tonterías. Que ahora sí seré feliz por mi misma, y no porque los demás me den esa felicidad. Aunque les agradezco que siempre tengan una palabra de aliento y un poco de paciencia con mis asuntos personales.

Es un proceso difícil y en el que puedes caer de nuevo fácilmente, como los alcohólicos, que si vuelven a tomar una copa seguirían de nuevo en ese camino que no va a nada, sólo a espirales de sufrimiento en las que te llevas a los que nos quieren de verdad.

Por eso estoy en proceso de recuperación y espero conseguirlo. Ya basta de sentirme la martir, de ir por ahí contando que soy infeliz, si realmente la mayoría de las cosas que hago me llenan de satisfacción y estoy rodeada de amistades que me animan y me valoran. Si me gusto como soy y no necesito la aprobación de mi pareja para sentirme bien, una mujer completa, un ser humano con muchas cosas para compartir.

Así que desde esta blog, hoy puedo decirles que me siento fuerte para salir adelante de la espiral y creo que valgo lo suficiente como para sacar adelante a mi hijo y que él también encuentre su felicidad. Aunque les pido paciencia si vuelvo a caer, pero espero ser fuerte para no llegar a ello. Porque ya estoy como el cuento del lobo y los cerditos, que de tanto decirlo, ya no creen que el lobo sea tan feroz y el día que de verdad sea una piedra tan grande que me aplaste no podré llamarles para decirles que esta vez es cierto, que estoy mal, que me siento triste, que no encuentro la salida a esta espiral de la que deseo salir con bien y sin hacerle daño a toda la gente que quiero.

Bueno, espero sus comentarios y estoy abierta a sus replicas, sugerencias de temas o lo que quieran (bueno, casi todo, ¿eh?, no se vayan a mandar). B

Besos a los y las que me lean.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabes lo feliz que me siento al leerte, aunque ya sabes que, decidas lo que decidas, yo siempre estaré a tu lado. Cierzo estará al lado de princesa esté en el lugar del camino que esté: llorando o riendo, tirando para adelante o tirando para detrás.
Pero desde aquí te mando mis ánimos para que avances todo lo que puedas. Yo te empujaré siempre.
Mil besos.

PD: Tengo aquí a una compa conmigo, que está en un lugar del camino por el que tu pasarás, porque hace un tiempo estaba en el que tú te encuentras ahora, y le he leído tu post. Ella también me ha dado un montón de fuerza para ti .

nuse dijo...

Yo solo puedo decirte que !animo! y que entiendo tus dificultades, que entiendo la dureza de tus vivencias y que a pesar de verte caer una y más veces no me siento ni me sentire nunca quien para juzgarte pues si algo sé es que eres tu la unica que puede cambiar tu vida, eso si, si necesitas mi ayuda.... aqui estoy!