Hasta que la conciencia surja en ti,
toda tu moralidad es falsa
OSHO
Hay tantos mundos como mentes
porque cada mente
vive en su propio mundo
OSHO
I
Se encuentran las amistades.
Comentan lo que ha sido los últimos años.
Se entretienen hablando de la crisis del que perdió el empleo.
De la angustia cuando el hambre es constante en la casa.
Y del comprar alimentos, de las mejores ofertas.
Se encuentran para abrazar el rocío de la mañana.
Para abrir el baúl de los recuerdos
y ver los disfraces que se han puesto al paso del tiempo
para recordar que fueron niños
y que los momentos buenos se mantienen como una constante.
II
Seguro mi padre, no se dio cuenta
que su cachete estaba fuera de lugar.
A mis diez años no conocía la palabra padrote.
Qué duro fue conocerla.
Después de sentir la mejilla roja, ardiente
fui al diccionario a buscar el motivo del castigo.
Ahora tenía que buscar qué era una prostituta.
Eran otros años y no había libros de autoayuda.
A mi padre
le llevaban a misa y le daban pellizcos
para que guardara silencio durante el culto.
III
En todas tus actividades intervienen los sentidos.
Imaginas una escalera para que entre en un hueco.
Aprendes una idea por un cuadro.
Tienes motivos para la exposición de tu obra.
Adelante, el mundo está abierto.
IV
No me consiento percibir
porque te siento y vuelo.
Elizabeth Hernández Quijano ©