08 enero 2006

EL DESPERTAR 2

Creo que ayer fui un poco injusta con alguien. Porque le quité poder a sus llamadas para animarme sin considerar las horas compartidas. Debo admitir, que más que escuchar varias veces al día su "holaaaa", me han reanimado los paseos por la nieve. Con esta persona he experimentado cosas nuevas, a ratos me he sentido una adolescente, como si por unos momentos volviera a nacer. Es verdad, he paseado por algunos pueblos a su lado sinitiendo como entraba en mi cuerpo de nuevo la ilusión por vivir. Ese caminar en tranquilidad por las calles, descubrir a la nieve de esta temporada, lanzarnos bolas, escuchar el paso de un río mientras mirabamos a las montañas, el comer de pie al lado del coche con frío pero sintiendonos felices, sentir el roce de sus manos y ver como las mías estaban vivas, olvidarme del tiempo, ver como se preocupaba por mi bienestar, porque no pasara frío, porque estuviera cómoda mientras veíamos la televisión, el darme una sorpresa y llegar a visitarnos mientras festejabamos el cumpleaños de una amiga, su comprensión ante mi mundo literario, el tener por prioridad mi consulta médica antes que nuestros planes de ir a la montaña, el hacerme levantar la mano derecha y flexionar el pie izquierdo para levantarme de la cama cuando no he podido hacerlo, el provocarme risas, el hacer que sobre su hombro me sintiera segura, el adaptarse a los lugares a donde quisieran bailar mis amistades, el hacerme disfrutar de una taza de chocolate en una fantasía.
Sentir que era un sol en estas tinieblas, me ha dado miedo, por eso le he pedido que me llame menos, que no puedo eschar su voz todos los días porque provoca emociones que tal vez no sean compartidas. Porque no quisiera que esto terminara nunca, que hubiera más tardes de montaña, más días de televisión, más días de compras, más risas por cualquier cosa, más sentirme de nuevo adolescente, viva, ilusionada y llena de ganas de compartir.
¿Y saben por qué le pido que no me llame tan seguido si provoca todas estas emociones en mi vida? Porque me estoy volviendo adicta a escuchar su voz, porque quisiera que esto fuera verdadero, correspondido; porque me gustaría que la felicidad que me provoca fuera recíproca. Y debo admitirlo, me he puesto celosa de saber que tal vez soy una persona más en su vida, que tiene tanto para compartir que me regala unos trozos, como también se los regala a otras personas con las que comparte momentos especiales.
Es normal que tengamos varias personas con las que relacionarnos. Pero como al estar a su lado me siento especialmente feliz, me puse celosa al pensar que tal vez esto es un juego y sólo soy una más en su tablero.
Besitos a los que me entienden.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un besazo, un beso muy grande y ¡ánimo! ya verás como sales de todo esto. Yo te entiendo, soy mujer, pero no sé qué decirte que debes hacer para sobrellevar esta felicidad que te invade a borbotones, unas veces se desborda y otras no aflora. A lo mejor hay momentos en nuestra vida en los que no deberíamos dejar entrar al amor, porque tenemos desentrenado el corazón y primero lo debemos poner a punto...

Anónimo dijo...

Una vez, leí .......
“El momento más importante de la vida, el momento en el que vives”.
“La persona mas importante, la que tienes al lado en ese momento”.
“El momento mas feliz, el que te hace feliz en ese instante”.

El camino que cada ser recorre, a lo largo de su existencia, esta lleno de cruces.
Cruces de otros caminos, de otros seres, solo se cruzan o caminan a nuestro lado un segundo o toda una vida.

Un segundo ......
De dicha ......
De felicidad .......
De risas .......
De emoción ........
De pena ......
De lloros ......
De dolor ......

Solo es un instante, solo una parte de nuestra vida.
Disfruta de cada instante, ya que no sabes lo que pasara en siguiente.
Disfruta de cada instante, aprendiendo de los ya pasados.

Recuerda ....
Cada momento es unico
Bss