ADOLESCENTES

Qué difícil es lidiar con adolescentes. Resulta que me presta mi vecina un libro de psicología sobre el tema: "La edad del pavo"... y el que lo está leyendo es mi hijo. Dice que es para comprender la edad en la que está. Al final de cuentas, terminará él el libro antes que yo, porque tiene más tiempo.
Es complicado porque quieres estar cercan@ a ellos, pero es como si de pronto ya no pudiera fluir la comunicación entre los dos. A ratos, mientras compartimos la mesa, me toma de la mano y permanecemos escuchando Hip-Hop al masticar. Me cuenta sobre las canciones, los grupos que no logro aprenderme, me habla de la profundidad de las letras, de las andanzas de los integrantes de cada grupo... Su vida gira en torno al Rap, al Hip-Hop, las amistades, leer.
Ha crecido demasiado rápido. Parece que fue ayer cuando llegamos a España y era un niño modelo que siempre pedía las cosas por favor y daba las gracias. Es un niño tierno, pero la adolescencia le hace que levante la voz y no podamos entendernos a ratos.
Lo amo, lo quiero mucho. Y hoy se va molesto al cole, sin darme un beso porque lo he castigado. Ayer por algo que le dije, se burló de mí. Y hoy, cuando le comentaba otra cosas me hizo "bla, bla, bla". Fue justo cuando recordé que lo había castigado ayer por una situación similar. Está rebelde, está adolescente y hoy no podrá salir con sus amistades. Después de ratificarle el castigo, me hizo un "corte de mangas" o "corte de mano"... dice que eso significa: "que se pira o que me vaya". Como yo no sé exactamente cuales son las groserías en España y las de los jovenes actuales, le dije que investigaría el significado y donde fuera algo fuerte, lo dejaría sin el messenger también hoy como castigo.
Pero que mala soy. Porque en la adolescencia tenemos que lidiar con ellos en lugar de ser más amigos; si podrían apoyarse en nuestra experiencia y así pasarla mejor esos años. Total, que para él soy vieja y no sé nada de lo moderno.
Me reprime, pues no le gusta que cante y que baile mientras hago la limpieza de casa (el día que tengo tiempo) y menos le gusta mi música. En fin, que se avergüenza de que sea mayor y él joven y moderno. No lo sé, supongo que en algún momento llegaremos a acuerdos. Tal vez cuando llegue a la edad adulta y entonces esté yo tan mayor que el abismo será más grande. Eso que tuve a mi hijo joven, que si lo he tenido a la edad de la media en España... ni te cuento, supongo que me hubiera agarrado con menos fuerzas.